En el Enclave Espacial, a las afueras de la Ciudad de Nueva York, un científico de los Mundos Exteriores ha aparecido asesinado. El detective Elijah Baley tiene que ocuparse de este caso en la para él inquietante y odiosa compañía de un robot humanoide: R. Daneel Olivaw. La investigación es delicada ya que puede terminar con el equilibrio entre los descendientes de la colonización estelar, en perfecta comunión con sus robots, y los habitantes de la Tierra, que, refugiados en grandes metrópolis subterráneas a las llaman Ciudades, sobreviven precariamente a la falta de recursos naturales y temen a los robots.
Primera novela perteneciente al ciclo de los robots dentro del vasto mundo fundacional de Asimov. Hay que tener en cuenta que estos primeros tomos (en cuanto a historia cronológica, que no de publicación) son básicamente novela negra dentro un mundo de ciencia ficción. Lo mejor de los mismos es el entorno creado, la sociedad, y todo lo relacionado con la cultura espacial y su evolución que sirven de conexión con el tríptico principal y más famoso de Asimov como son sus novelas de la Fundación.
En este primer tomo veremos a nuestro principal protagonista de las 3 primeras novelas, el detective Elijah Baley, inteligente detective capaz de grandes deducciones y al que se le encargará la resolución de un asesinato en los mundos exteriores. Y es que ya desde el principio Asimov trata de establecer una clara sociedad dividida entre los que viven dentro de grandes bóvedas, en ciudades semienterradas y con una gran agorafobia, y de los ciudadanos de los mundos exteriores, personas que siguen soñando con la colonización de otros planetas como se hizo hace bastantes años.
Fuera de este contexto que es bastante atrayente, en especial si se ha leído uno las novelas de La Fundación, la historia es básicamente la búsqueda del autor del asesinato de un científico. Para ello Elijah tendrá que hacer numerosas investigaciones y entrevistas, que sirven al autor para incidir en las caracterísitcas de la sociedad y en la mentalidad de las personas, que realmente son bastante más interesantes que la resolución en sí del crimen. Y es que es Asimov, la historia es simple y amena, donde el trasfondo es lo más interesante , y el desarrollo no es todo lo complejo que a uno le gustaría.
En general una novela amena y simple, que es un buen complemento para quien quiera conocer los inicios de toda la historia que se desarrolla en los libros principales, y que sirve para conocer las ideas preliminares de la psicohistoria y de la colonización de otros mundos. Pero para quien busque una buena historia de resolución de crímenes se queda bastante coja.
Mi nota: 6/10
Sinopsis: Gibson imagina un futuro invadido por microprocesadores, electrónicos y quirúrgicos, en el que la información es la primera mercancía. Vaqueros como Case se ganan la vida hurtando información… Conectan directamente sus cerebros y penetran en un mundo de sueños, donde el intercambio de información y el hielo protector aparecen en bloques tangibles y luminosos… Gibson hace plausible toda esta imaginería técnica, la jerga copiosa, la oblicua moral profesional, con verdadero ingenio y sin tediosas explicaciones. En este espeluznante y sombrío futuro, la mayor parte del este de Norteamérica es una única y gigantesca ciudad, casi toda Europa un basural atómico, y Japón una jungla de neón, corruptora y brillante, donde una personalidad es la suma de sus vicios… La mala fortuna lleva a Case a la ciudadela de un clan industrial que es dueño de un par de IA, los más costosos y peligrosos artefactos que puedan encontrarse. Durante miles de años los hombres soñaron en pactar con el diablo. Sólo ahora es ese pacto posible.»
Edward Flaswell ha comprado un planetoide para explotarlo: cultivos, búsqueda de oro o de metales preciosos… lo típico en esta era. Lo peor es la soledad, pero su robot de confianza tiene la brillante idea de sugerirle comprar una novia por correo. El problema es cuando recibe por error el modelo súper lujo en lugar del modelo que había solicitado, y tiene que convivir durante cierto tiempo con ella y con su robot-sacerdote.
Sinopsis: Cuando sucedió no fue como nadie había imaginado. No hubo trípodes cruzando las calles de Londres. No se intercambiaron disparos entre ejércitos humanos y alienígenas. No hubo embajadas ni intentos de comunicación. En realidad, fue algo tan impersonal como rociar gasolina sobre un hormiguero.
Nostalgia por el infinito 