Trafalgar está constituido por varios relatos extensos con un personaje común. Trafalgar Medrano, viajante espacial que relata, con un lenguaje coloquial, sus aventuras en distintos planetas. La intersección entre lo absolutamente cotidiano y los extrañísimos planetas que visita Trafalgar, consigue una equilibrada mezcla de factores contradictorios.
Leer Trafalgar es francamente curioso. Todos tenemos un primo, un amigo, un conocido, que es el clásico graciosete echao p’alante y con mucha labia y desparpajo. Y seguro que más de una vez os ha tenido en círculo a unos cuantos escuchándole alguna historia. Leer Trafalgar es como estar delante de este primo, la capacidad narrativa de la Gorodischer de ser coloquial es brutal en esta serie de relatos cortos y más que un libro parece realmente que estamos tomando un café (o siete) con este amigo simpaticón.
Son relatos cortos, pero como muy bien dice Angélica en la introducción del libro: «Lea en orden los cuentos porque así usted y yo nos vamos a entender más fácilmente». Así es en efecto, porque referencias a cuentos anteriores son más o menos comunes a lo largo del libro. Los primeros cuentos me parecieron increíbles, tronchantes, curiosos y muy, muy simpáticos. Recordemos que las historias se desarrollan en un café, una terraza o cualquier sitio que disponga de café, donde Traflagar cuenta a algún amigo las historias más extrañas que le han pasado en diversos planetas de la ¿Galaxia?. El contraste entre lo cotidiano de la vida normal en Argentina y las historias tan surrealistas que cuenta se ven mezcladas muy hábilmente en el libro y marcan claramente al lector. A pesar de ello los últimos cuentos se me hicieron algo más sosos aunque no pierden ni un ápice de originalidad y frescura.
Mi nota: 7/10
Relatos incluidos:
A la luz de la casta luna electrónica
Sensatez del círculo
De navegantes
El mejor día del año
La lucha de la familia González por un mundo mejor
Trafalgar y Josefina
El señor Caos
Constancia
Trafalgar y yo
Es algo difícil de conseguir pero sí que lo recomiendo, es simpático, original y divertido. Además la edición mía es la argentina y resulta muy agradable (a mi al menos) leerlo con las características lingüísticas propias de ese país.
Voy a aprovecharme también de la nota post-liminar que viene al final del libro para recomendar otros casos de «Historias en un bar o en torno a unos atentos paisanos» que parecen ser poco frecuentes.
- Isaac Asimov – Relatos de los viudas negras
- Arthur C. Clarke – Cuentos de la taberna del Ciervo Blanco
- G.K.Chesterton – Los relatos del Padre Brown
- Bioy Casares & J.L. Borges – Seis problemas para don Isidro Parodi
Aunque quizás por la temática el que más se acerque pueda ser el libro de Clarke.
Nostalgia por el infinito 