Los premios Hugo 1968-1969 – Varios Autores

Los autores más importantes con los relatos que les consagraron como maestros de la ciencia ficción. Tercer volumen de una biblioteca indispensable para los amantes del género o para todo aquel que quiera trabar conocimiento del mismo: los relatos del premio más importante que se concede por votación entre los aficionados. Aquí se reúnen los siete relatos ganadores, durante los años 1968 y 1969, presentados individualmente por Isaac Asimov.

Título: Los  premios Hugo 1968 - 1969
Autor: Varios Autores
Compilador: Isaac Asimov 
Editorial: Martínez Roca
Ilustración de cubierta: Loni Geest y Tone Hoverstad
Páginas: 315
Año: 1987
Género: Ciencia Ficción 
Calificación:

Puntuación: 4.5 de 5.

Isaac Asimov comenzó a editar en un momento dado un conjunto de relatos y novelas cortas que habían conseguido ser galardonadas con el Premio Hugo. Dichas historias fueron publicadas en una serie de libros que abarcan desde 1955 hasta 1982 divididos en tomos que abarcaban más o menos años. La editorial Martínez Roca tuvo el gran acierto de traerlas al mercado español a través de su colección Gran Súper Ficción y creo que son de las mejores antologías que se pudieron encontrar en su momento.

Este volumen comprende los años 68 y 69 y definitivamente es una joya. Voy a comentar los relatos uno por uno. Sé por experiencia propia que cuando hay una reseña de este tipo no se suele leer completa porque suele ser larga y algo pesada, pero así puedo desarrollar un pelín más cada relato y no dejar un mero comentario de si es bueno o malo. Para el que lo quiera, ahí lo dejo. Lo que sí voy a recomendar es que si podéis os hagáis con estos libros porque tienen una calidad bastante alta.

  • El vuelo del dragón – Anne McCaffrey (1967)

En 1967, Anne McCaffrey escribió una historia de temática fantástica pero distinta de los canones habituales. Fue dividida y publicada a lo largo de 3 números de la revista Analog, y en España la primera parte fue recogida de forma independiente en el volumen que hoy reseñamos. Es posible que nos hagamos un pequeño lío con los dichosos nombres de los relatos que forman la historia completa, ya que aunque en el momento de su publicación tenían nombres diferentes («Weyr Search» esta primera parte, y «Dragonrider» la segunda), la traducción que se hizo al castellano puso el mismo título a ambas publicaciones. La primera se incorporó a este volumen de los premios Hugo y la segunda aparece en «Lo mejor de los premios Nebula». Ambas fueron luego conjuntamente publicadas en un libro que a su vez llevaba el mismo título: El vuelo del dragón. Vamos, un jaleo.

Pern es un planeta colonizado tiempo ha por los humanos, y cada 200 revoluciones alrededor de su Sol se produce un extraño encuentro con otro astro que provoca una extraña circunstancia, una especie de ataque producido por algo denominado «Hebras». En este mundo convive una sociedad humana, con una especie de régimen feudal, junto a unos animales autóctonos similares a dragones. La historia se desarrolla cuando los jinetes de Pern, protectores del planeta, salen en misión para buscar una nueva reina y en su trascurso provocan la caída de un reino y el descubrimiento de que la sociedad ha olvidado por completo las necesidades de protección ante la inminente amenaza.

Mapa de Pern

Me ha encantado esta primera historia, que se puede leer de forma más o menos independiente. Hay pocos personajes pero muy bien definidos, con ciertos estereotipos aunque existe, sobre todo por parte de la protagonista, una intención expresa de modificar estos roles. También explora una más que interesante relación entre animales y jinetes con conexiones mentales entre ellos similares a la telepatía. Tiene un buen ritmo narrativo y el final tiene la consistencia necesaria para dejar buen sabor de boca aunque deja muchos elementos sin tocar, por lo que casi se hace necesario leer la segunda parte si queremos que la historia completa nos emocione.

Ilustración de John Schoenherr para la revista Analog (1967)
Ilustración de John Schoenherr para la revista Analog (1967)
  • Jinetes de salario púrpura – Philip José Farmer (1967)

En un futuro plausible, Farmer refleja una sociedad donde todos reciben una paga estatal (el salario púrpura) por lo que la producción de las personas se centra en el tema artístico de pequeñas minorías mientras el resto de la sociedad se conforma con la televisión y las prácticas sexuales. En este mundo, el protagonista, artista singular y altamente influenciado por su delincuente abuelo, lucha por hacerse un hueco en esta sociedad de locos.

Esta mezcla de utopía orweliana y excesos sexuales muy farmerianos da un resultado extremadamente extraño. Ironía y acidez se mezclan de manera curiosa con altos componentes sexuales que supongo fueron muy transgesores en la época pero que a día de hoy me han resultado un tanto vulgares. Siempre intento ponerme en contexto de la época en la que fueron escritos los relatos, por lo que supongo que su temática, sumado a que fue un relato expresamente escrito para un libro que trataba de ser singular en la época, supondría en su momento un giro inesperado al habitual cuento de la ciencia ficción.

A mí personalmente no me ha terminado de gustar. Los protagonistas de la historia son pequeños macarrillas con las hormonas sexuales disparadas, en un mundo de locos y extraños en el que tratan de luchar por unos ideales excéntricos. Sexualidad por doquier hasta límites poco acertados (miedo me da la versión no censurada), lenguaje complicado que te obliga a leer pausada y minuciosamente, y escasa trama interesante en la historia. Aunque como relato transgresor y gamberro cumple con creces.

  • Voy a probar suerte – Fritz Leiber (1967)

Nuestro protagonista sale de su casa, huyendo no se sabe si de su esposa y de su madre, de su propia vida o de alguna otra cosa; el caso es pasar la noche tomando una cerveza y jugando a los dados. Cuál es su sorpresa cuando tendrá que enfrentarse a un curioso contrincante que parece superar las maravillosas cualidades de nuestro amigo.

Bajo esta inocente trama se esconde un relato francamente extraño. El relato y la historia es básicamente fantástica, con apariciones de la magia y del inframundo, pero a su vez la acción se desarrolla en algún planeta perdido de la galaxia; incluso aparece alguna que otra nave espacial. A esto hay que sumar una prosa muy cuidada, con detalles elegantes y adjetivaciones importantes que en este caso son bien recibidas.

El juego de los dados sigue en esa línea, detallando francamente bien el juego, con personajes extraños y variopintos, con un lenguaje que me imagino (tampoco lo he indagado) que se corresponderá verdaderamente con este juego. El desenlace nos presenta un final muy bueno, abstrayéndonos de la realidad y de los dolores del pasado. En general un buen relato, sobre todo con una muy cuidada ambientación.

  • No tengo boca y debo gritar – Harlan Ellison (1967)

La historia comienza con 5 personajes encerrados en una especie de grutas subterráneas, al antojo de una supercomputadora que ha deseado convertirlos en sus juguetes. Poco a poco se irá desvelando el verdadero destino de estos pobres infelices, la historia de su captor y el destino de la humanidad.

Tremendo relato rodeado de misterio, totalmente cruel y duro, sin dejar ningún resquicio para la esperanza o la salvación, donde la computadora, que ha tomado consciencia de sí misma, hace y deshace lo que quiere con los pobres infelices que ha elegido para su venganza. Qué venganza y el porqué de esta se irán desvelando a lo largo del mismo con imágenes escabrosas, descripciones algo gores y con un uso muy natural de la analepsis para hacer avanzar la historia.

El final es igualmente duro, muy acorde con el desarrollo del relato; no hay sitio para bellos rescates o héroes antológicos, no hay salida, no hay salvación, solo queda sufrimiento y miseria. Creo que la función principal de este relato no es la de crear personajes coherentes, ni apropiados, ni emociones lógicas o procesos naturales de adaptación al entorno. La intención de Ellison era generar sentimientos en el lector, revolverte las tripas con una situación angustiosa y traumatizante, mostrar la locura y la desesperanza de los personajes, y eso creo que lo consigue bastante bien.

Ellison nos muestra un tipo de IA que posteriormente podremos ver en películas, más conocidas para todos, como 2001 odisea espacial o en Terminator. Pero aquí ha hecho un tratamiento más intenso de la propia máquina, dotándola de unos sentimiento más poderosos que calan bastante en el lector. Como curiosidad, existe también un videojuego con el mismo nombre en el que encarnamos a los protagonistas de la historia en una complicada aventura gráfica de las de antaño.

  • Alas nocturnas – Robert Silverberg (1968)

En este relato Silverberg nos presenta una sociedad organizada en diversas hermandades: vigilantes, voladores, gobernantes, peregrinos, defensores, memorizadores… Cada hermandad cumple una función. Alas nocturnas es una voladora de alas tan frágiles que no puede volar de día a causa del viento solar, y el Vigía recorre el mundo observando el cielo y buscando señales de invasores del espacio, hasta que la invasión llega y el mundo se transforma.

Precioso relato que aúna tintes fantásticos con ciencia ficción, el cual nos enseña una delicia de mundo y de personajes, mostrándonos la llegada a la ciudad de Rom (la antigua Roma) de nuestros protagonistas, viajeros variopintos pero muy entrañables y característicos. Los esfuerzos del autor por enseñarnos el mundo y particularidades de esta nueva sociedad existente, tan distinta en cuanto a tradiciones, dan fruto gracias a la recreación de una historia muy original, ensoñadora y con una acertada mezcla de melancolismo y romanticismo.

Robert Silverberg, escribió dos historias más, conectadas directamente con este relato a modo de continuación completando una novela con el mismo nombre. Esta primera parte es la que se incluye en este recopilatorio y en verdad se puede afirmar que es la mejor de las tres historias. La historia queda abierta, pero se puede leer de manera independiente y no continuar con el periplo de nuestros protagonistas, aunque es cierto que la novela ayuda a entender toda la historia de la humanidad y su evolución a lo largo de los eones hasta llegar a la situación actual.

  • Carne compartida – Poul Anderson (1968)

La vieja Tierra queda en un recuerdo de antaño. Los exploradores de otros mundos hace siglos han quedado abandonados a su suerte en distintos planetas dispersados por la galaxia. En el mundo de Lokon, uno de estos grupos es visitado por un equipo de exploración cuya misión es decidir si ayuda a los habitantes a progresar y abandonar la primitiva sociedad a la que han quedado reducidos. En el ínterin, una mujer del equipo pierde a su marido en un ritual antropófago de los nativos y su lucha por la venganza la lleva a descubrir la realidad de la sociedad de ese mundo.

Bien escrito, con coherencia y buen juicio. Tiene una buena evolución de la trama y de la investigación, y posee los mimbres para sentar las bases de una investigación sociológico-cultural, pero poco más. Le falta algo más de profundidad en la parte sentimental y a pesar de incorporar temas variados de ciencia, ecología o genética se queda sin profundizar demasiado en ellos, centrándose básicamente en descubrir los motivos de los actos que han llevado a la muerte del científico.

La primera publicación de esta historia se hizo en 1968 en la revista Galaxy, en la que tengo que destacar, sin duda, las fantásticas ilustraciones que realizó Ralph Reese con un estilo bastante diferente al habitual en esta revista.

  • La bestia que gritaba amor en el corazón del universo – Harlan Ellison (1968)

Lo he leído y no me he enterado de nada, Ahora vuelvo…

Bueno, ya he vuelto. No me he terminado de enterar de mucho pero es lo que hay. Este relato es un blow mind en toda regla, un cuento que habla de un psicópata enfermo, autor de los más cruentos asesinatos al que finalmente encarcelan. A partir de ahí nos embarcaremos en un viaje a otro cuándo y a otro dónde, a un lugar sin duda muy extraño, donde se dedican a drenar la maldad de las entidades. Si no he entendido mal, a nuestro personaje del principio le llevan allí de alguna manera y le extraen esa maldad para enviarla a otro dónde y a otro cuándo.

Es un relato muy extraño; alegórico y complicado. Puede que trate de un demiurgo omnipresente que se dedica de forma demente a regir el destino del universo, o puede que sea una especie de caja de pandora igual con la que acaba el cuento, que esparce miseria y violencia alrededor del centro del universo en una especie de proceso para evitar que este centro pierda su inmaculada bondad. ¿Trata de un Dios? ¿De un demonio? Chi lo sa… Todo muy experimental y new age, pero hasta límites algo extremos.

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